jueves, 17 de mayo de 2007

De cómo creí en un Dios que no existe 1

"Un amanecer esplendoroso lleno de alegría y la felicidad desbordante de disfrutar el paraíso, son mis deseos para ti en el hermoso día. Te extraño. Te amo. Disfruta en mi nombre la alegría de ser. Beso de gran amanecer".

Jamás pensé en abrir mi corazón para compartirlo con alguien, incluso regalárselo. Mucho menos de forma instantánea.

Quedamos de encontrarnos en el centro comercial cerca al final de la tarde con el objetivo de charlar un poco, admirarnos y entrar a ver una película llegada la noche. Imposible ver la película, el atardecer no se dejó notar, la noche estaba muy clara. Yo no podía creer que frente a mí tuviera a una persona que recién conocida ya me pusiera a temblar e iluminara mis oscuros ojos reflejados en los suyos. Pero no fue ese el primer momento de sensaciones nuevas y hermosas, puesto que ya nos habíamos conocido por internet, y ambos nos quedábamos embrujados al leernos, admirados, realizados, pero yo nunca enamorado. "Eso no existe" pensaba una y otra vez, sin dar mayor argumento ni explicación. Qué cerrado era en ese momento, qué ciego y qué injusto era conmigo al privarme de esa gran emoción que por cierto resultó inevitable.

Con un café cada uno, yo con mis cigarrillos y mis notables nervios, sentados uno frente al otro y con mucha coquetería, pasamos hablando un largo tiempo, motivo por el cual abortamos la idea de entrar a ver una película, seguimos hablando, caminamos un poco y yo nunca más volvería a pensar en mí para limitar mis sentimientos y seria una persona más abierta y sensible con lo relacionado a mi apagado afecto.

Esto fue luego de una semana de estar conversando por el internet, fue tan solo al primer día de habernos visto. Quedé encantado. "Eso no existe" pensaba, y de pronto todo había cobrado un valor especial y mis ojos brillaban con intensidad a punto de estallar..., mi cuerpo gozaba y todos esos comportamientos extraños - nuevos, me encantaban y nada parecía real. ¿Cómo era posible que eso me sucediera? ¿Por qué de un momento a otro había permitido sentir en mí? Que extraño era todo eso, qué hermoso y ridículo también.

Nos abrimos mutuamente, fue un largo momento de charla, compartimos nuestros problemas y contamos distintas experiencias de la vida, pero el tiempo hizo notar que era hora de despedirnos. Nostálgicos, incómodos con el tiempo que había acelerado para no dejarnos estar un poco más juntos, estuvimos de acuerdo en que era momento de despedirnos. O al menos eso parecía porque me ofrecieron llevarme a casa. Agradecido nuevamente con el poco tiempo que se nos había otorgado, ese pequeño prolongamiento que se había dado a nuestro encuentro, fue muy fuerte el sentimiento y la emoción por estar juntos. Agarramos nuestras manos tan fuerte como si quisiéramos pegarlas y al llegar a la puerta de mi casa, sin pensarlo dos veces pero muerto del susto, coloqué un beso en su mejilla, abrí la puerta, me bajé del carro y sin volver mi mirada, entré a casa.

Había caído, había abierto mi corazón, había quedado preso de sus ojos, estaba encantado, feliz, dispuesto a comenzar lo que sería el mejor y más hermoso momento de mi vida.

6 comentarios:

JavieRodrigo dijo...

He quedado, absolutamente, sin palabras. Creo que mi cara lo dice todo, cada que estoy contigo.

Bienvenido a la blogósfera, espero estar ala altura de tus expectativas.

Mi Nené Lindo...!

JP dijo...

Por aqui devolviendo visitas...


Gracias por visitarme. este me gustó... bienvenido a este cuento...

Y rico sentir eso... es un privilegio que hay que aprovechar...

RicardoK:. dijo...

Que rico que te hayas unido a la blogosfera, es un lindo sitio para que estemos los 3

Thorin dijo...

Excelente ! me hiciste acordar de alguien con quien todo comenzó con una fuerza inusitada, en un día! Fue la primera vez que alguien entró a mi corazón de esa manera, la primera vez que me permití enamorarme.

Bienvenido.

POLAR dijo...

Hola, muy linda la historia.

Ya te puse en mis contactos

Joey dijo...

Linda historia, buen comienzo, una bienvenida a la blogosfera mientras devuelvo la visita, conociendo al reciente miembro de la trieja.

Solo pasando a saludarte a dejarte un abrazo y a decirte que te inclui en mis links, espero no te molestes.