El fin de la humanidad

Tengo un amigo, que conocí hace ya varios meses con el que casi que semanalmente intento hablar, así sea por lo menos un saludo, porque no siempre podemos demorarnos. En fin, el tiene un problema auditivo. Es sordo, su capacidad auditiva requiere de frecuencias de sonido muy altas para que entienda lo que se le dice. Tiene su trabajo, es una persona muy humilde, honesta, alegre, pero despreciada. Es como cualquiera de nosotros, solo que con una dificultad. ¿Y quién no tiene dificultades? El ser humano es un ser sociable, necesitamos estar en contacto con otros para desarrollarnos pero ante una situación de este tipo no somos capaces de modificar nuestro cerrado y lineal actuar porque ¿cómo vamos a relacionarnos con alguien que necesita de tiempo para que nos entienda? La “comunidad” gay que tanto trabaja por sus derechos, y que tanto lucha por la supuesta igualdad cae en contradicciones muy grandes al verse enfrentada a cosas como esta.

Me comentaba hace algunos días, del problema que tiene para socializar con las demás personas, que es muy difícil para él estar en un bar, donde se le acercan únicamente con fines sexuales y si alguien intenta hablar con él, le da la espalda tan pronto se da cuenta de su situación. “Día del orgullo gay”, como no. Debería llamarse algo así como “Día de otra secta”, pienso que ni debería existir. Es un espectáculo. La farándula ante todo.

Entonces dentro de la misma “comunidad” existe el rechazo. “A mí nada de locas, que horror”, “Yo soy un tipo muy serio y varonil”, y la más pesada y discriminante de todas “A mí nada de plumas”. Para los gustos los colores pero ponerse en el plan de dentro de una “comunidad”, formar distintos bandos, es una ridiculez. ¿No hay ya muchas comunidades en el mundo como para hacer más y colaborar con el crecimiento del odio y la diferencia? Que farsa.

La verdadera aceptación será el día en el que dejemos de sectorizar a los demás, y olvidarnos de ese tipo de inventadas diferencias que lo único que hacen es dividir más a las personas y seguir destruyendo este mundo ya bastante complicado.

Las personas han dejado de existir, acá solo hay heterosexuales, lesbianas, gays, sordos, retrasados, curas, enfermos, pobres, ricos, etcétera, etcétera, etcétera. Qué alegría, qué dicha, somos una “comunidad” de envidiar acá todos nos respetamos y aceptamos. Y mentira, que acá todos somos igual de hipócritas y cerrados y homofóbicos que todo el resto. Que lástima... todo parece tratarse de una escena. ¿Tú a cuál escena perteneces? “No pues yo soy gay, pero nada de plumas, quiero un hombre tan macho como yo, esas locas son una vergüenza”. Entonces que se sigan matando las barras bravas por un color, vamos a matar a los heterosexuales, y a los discapacitados, a los que escuchan otra música porque somos la nueva patria, lo poco que dejó Hitler, qué orgullo. Heil!!!

Es aterrador como contribuimos al odio y a la división social sin darnos cuenta y creyendo que todo lo hacemos bien y que somos ejemplo para el resto.

La cuestión es aceptarnos como somos, a mí no me interesa si te gusta el fútbol, si eres un drogadicto, si te gustan las viejas o los tipos, si tienes o no dinero. Me interesa que podamos tener una relación por encima de todo eso, basada en sinceridad y respeto. Porque eso es lo que falta, y no hay, por ningún lado…
…estamos jodidos, perdidos.

Y seguimos ensimismados, ¿Tu cuando vas a salir del closet? ¿Cómo? ¿A salir del closet? Eso, hagamos alarde de todo, restreguémoselos a los demás, para que vean lo que es ser normal. ¿Qué es ser normal? Acá nada es normal, la normalidad no existe nunca a existido es una mentira para hacernos a todos participes de la eterna división y siembra de odio entre nosotros. Qué orgullo, violencia con violencia, qué orgullo…

Esto me hace pensar que las personas discapacitadas más bien lo que tienen es un don, así no tienen que andar hablando con un montón de basura y se ahorran esa incomodidad de andar intentando hacer parte de, o aparentar para, o actuar como. Brindo mi más cálido abrazo a él, que se lo merece más que nadie, que es una persona que realmente vale la pena, que es asombroso como piensa. Que de verdad se ha esforzado por salir adelante, porque se me olvidaba comentarles, que como cualquiera de nosotros los normales escribe, lee, sabe inglés y español, es profesional y todo a las patadas porque este mundo solo admite lo que quiere, y qué bien que haya logrado todo eso, solo, para poder voltear atrás y no tener que sentirse avergonzado de nada sino más alto que cualquiera que teniéndolo todo pierde sus capacidades en mirar al otro a ver que “defecto” tiene para caerle encima y pisotearlo.

Todos tenemos angustias y necesitamos hacerlas saber, ¿Cómo es posible que falte tanta solidaridad con los demás? Somos personas, eso es lo único que debemos atender y por lo único que debemos marchar, el resto es solo un negocio.

Mi más sincera felicitación y agradecimiento a este amigo, que importante se ha vuelto para mí y me ha dejado saber lo poco persona que he sido durante mi vida siendo un marica! Pareciera que el termino “no sea marica”, tiene toda la buena intención del mundo, es como decir “no sea tan cerrado y abra esos ojos pedazo de imbécil”.

Esperamos a que se muera la gente para lavarnos las manos y decir “Ay pobrecito, bueno ojalá esté en un lugar mejor, acá estaba sufriendo”, claro quién no va a sufrir con tantos idiotas en el mundo, que privando a los demás el gozo y la dicha sin darse cuenta crean vida después de la vida para que todo siga estando bien y todos sigamos igual de orgullosos. Con esta forma de ser seguro que estar con los gusanos o quemado en una caja es un mejor lugar. Del putas! Que bien estamos, hemos logrado mucho de verdad, sigamos así que vamos muy bien, sigamos creyéndonos buenos y sigamos incapaces de ver la realidad, porque como no aceptamos y no vemos lo que no nos gusta, lo demás lo despreciamos y lo ignoramos…que orgullo de comunidad!

Y entonces llega el momento en donde los apartados ya son capaces de vivir sin andar pensando en comunidad, viven solos y son los más felices de los seres. Es curioso como hemos destruido todo y pretendemos hacer bien, cuando lo único que hacemos es seguir siendo igual de nocivos.